El asma es un trastorno que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, lo cual hace que se presenten sibilancias (sonidos del aire al pasar por las vías respiratorias congestionadas), dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
El asma es causada por una inflamación de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas de inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.
Los desencadenantes comunes de asma son: animales (caspa o pelaje de mascotas), polvo, cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frio), químicos en el aire o en los alimentos, ejercicio, moho, polem, infecciones respiratorias (el resfriado común), emociones fuertes (estrés) y el humo del tabaco.
Síntomas del asma
El asma se caracteriza por la presencia de tos, dificultad para respirar, opresión en el tórax y sibilancias (ruido particular al respirar). Si se presenta crisis severa pueden presentarse otros síntomas como retracciones intercostales, respiración paradójica, color violáceo de labios y mucosas y alteraciones del estado de conciencia como somnolencia y agitación.
El asma es una enfermedad que usualmente tiene un curso muy benigno y de fácil tratamiento, pero un pequeño porcentaje de pacientes tiene un comportamiento agresivo y de muy difícil tratamiento.
Loas asmáticos pueden tener actividad física normal excepto cuando están con la enfermedad mal controlada o en crisis.
Tratamiento para el asma
El tratamiento del asma busca reducir al máximo los síntomas de la enfermedad tanto diurnos como nocturnos, reducir la crisis de asma, reducir hospitalizaciones y la asistencia a servicios de urgencias. Además del tratamiento con medicamentos es fundamental detectar desencadenantes ambientales que pueden ser muy diferentes en cada asmático y estos deben ser elevados.
Existen dos clases básicas de medicamentos para el tratamiento del asma que son: medicamentos de control para prevenir ataques y medicamentos de alivio rápido (rescates) para el control y manejo de los síntomas. Cualquiera que sea el tratamiento debe ser orientado y concretado con el médico tratante.
Por: Dr. Jorge Ortega Jaramillo, Neumólogo Clínica Las Américas